14.8.08

¡Juan Carlos! ¡Hermano querido! ¿Como anda la ciudad?

Nuestra casita sigue tan vieja como siempre, la Nelly esta bañándose en el tanque australiano junto con el cordero nuevo y la Pipi, igual de rechoncha que siempre, está amasando unas harinas que nos trajo el primo Mario para hacer pan de avena con semillas.
Yo estoy en la despensa tomando un licorcito, le dicto a Don Alfredo lo que te quiero escribir y mientras acaricio a nuestro cerdo compañero. Cada vez que lo veo a Teodoro bien fijo me acuerdo de vos y de nuestros juegos en el barro, que tiempos tan simplones y divertidos, ¿verdad Juanca? ¿Te acordás cuando me manchaste todo el pantalón y le dijiste a papá que yo me había cagado encima mientras veníamos de la escuela porque vos me habías dicho que querías tocarme las tetas? ¡Que paliza que me dio el viejo ese día! Nunca entendí porque los cinturonazos fueron para mi si el de las ideas podridas eras vos, pero bueno, las mujeres siempre la ligamos, por las dudas.

Hoy paso algo muy extraño… Cuando me estaba levantando de la siesta noté que tenía la enagua manchada con sangre, eso me tiene bastante asustada… para mi que es un castigo de la Virgen porque el otro día antes de dormir me di un beso con la Nelly para ver que se siente. Un besito chiquito igual, así de labio con labio, pero vos viste que a Jesús no se le escapa una…. Yo le dije a mamá que me dolía la panza y que me salía sangre de mis partes íntimas, pero nunca comenté lo otro… Ella me dio unas explicaciones sobre "la mujer", "los hijos", "el asunto", y otras cosas sospechosas. Pero me dijo que era algo bueno, así que apenas pude le conté a papá esta nueva noticia. Se puso muy contento el viejo, ¿sabes que me dijo? Me dijo: “Mi nena ya es una Señorita”. Así me dijo: Señorita. ¡Ay Juanca! Oír esas palabras de papá fue para mi como recibir la bendición de la Virgencita! Igual me llevó al cuarto y me pegó un rato con el cinto para que no se me ocurra hacer cosas raras a futuro, yo no dije ni mu porque de última me merezco un castigo por lo que hice esa noche con la Nelly. Es tan bueno el viejo..... Es tan hombre, no? El otro día me decía "¿Quién es mi pendeja tetera?" y yo le contesté feliz “yo papito, yo”. Porque soy redondita como las teteras y doy calor con mi boca como el piquito de las teteras que se llenan de humo cuando el agua está caliente. Yo se que soy la preferida del viejo, sino no me hubiera elegido a mi para que lo higienice con mi saliva todos los días. La Tía Pocha me dice que papá es un viejo bruto, que acá en el campo no tenemos educación y que si alguien se enterara de lo que pasa en estas tierras iríamos todos presos. Que mal agradecida que es la Tía, con todo lo que le dio papá a ella y a sus hijos. Es cierto que el rancho es chico, pero cuando no tenían donde dormir nos apretamos todos para que entren los primos.

Bueno Juanca, voy a cortar acá porque Don Alfredo tiene que abrir la pulpería.

Te mando un beso grande,

Te quiere,

Tu hermana la del medio.-

2 comentarios:

kit sch dijo...

una maravilla
a-temporal

Flo dijo...

mencantó